jueves, 1 de septiembre de 2016

Alejandro Sanz - Biografia

Alejandro Sánchez Pizarro

1968 -  Nació en Madrid, el 18 de Diciembre.

Hasta los 13 años viviría en el Pueblo Nuevo : “De pequeño no me identificaba demasiado con los otros chicos de mi barrio y no es que me sintiese diferente, pero mientras Jesús -su único hermano, un año mayor que él era más de jugar al fútbol con sus amiguetes, yo era más apartadillo, era muy inquieto interiormente”.

Su primer juguete fue un “Exin Castillos”, aunque su favorito era una grabadora. A los 7 años sus padres le regalan una guitarra - con la que martirizaría luego tocando por las noches -, sin embargo, en aquella época él estaba todo convencido de que quería ser zapatero, (no el Político)

Sus vivencias más intensas fueron ya desde niño en la tierra de sus padres, Andalucía, donde iba cada verano “No sé que edad tenía, pues era aún muy crío, pero mi recuerdo más antiguo lo tengo de Alcalá de los Gazules, el pueblo de mi madre: estábamos allí en la plaza del pueblo, jugando al escondite con mi hermano y algunos amigos cuando me di cuenta de que todo el mundo empezaba a meterse con una niña, no sé por qué, pero la pobre lo estaba pasando muy mal. No me lo pensé dos veces y fui a defenderla y a enfrentarme con quien hiciera falta. Me sentí entonces como el príncipe valiente, no cabía dentro de mí, por que la gente se retiró y la dejaron en paz. Desde aquel momento nos hicimos muy amigos”.




Su padre tiene una agencia artística, pero antes había formado parte de varios grupos y grabado como cantante de estudio. Y su padrino es nada más y nada menos que Manuel Alejandro, genio de la canción y, fuera de toda duda, el compositor vivo más grande de habla hispana, autor de los mayores éxitos de Raphael y Rocío Jurado, etc.

Cuando tenía 13 años la familia se trasladaría al también madrileño barrio de Moratalaz, donde se convertirá en el clásico chico de barrio, con pandilla habitual -. ” Con las novias siempre reñía por cosas de chavales, recuerdo que con la primera, Marta, era siempre porque a ella le gustaba ir a las discotecas pijitas y mis amigos y yo odiábamos eso”- y la guitarra siempre a cuestas, intentando todo el día sacar cosas de Paco de Lucía y cantando por ahí. “Mis dos canciones favoritas eran “Pongamos que hablo de Madrid” y “Déjame” de los Secretos ¡No sé cuántas versiones llegué a hacer de ella! Se las cantaba a las chicas del barrio y se ponían todos ahí abajo a escucharla”.

Desde siempre y cada día más, Alejandro ha sentido devoción por su familia. Lleva en la cartera las fotos de su padre, madre y hermano. A la primera que pudo le compró a su padre un Mercedes y le puso a su madre una peluquería. A principios del 94 dejó Moratalaz y se trasladó a una lujosa zona del norte de Madrid, con dirección secreta que no tardaron en averiguar las fans.


“Yo iba a una academia de formación profesional que se llamaba Teide y estaba cerca de la Plaza Mayor. Me preparaba para ser administrativo. Era un colegio pequeñito del que guardo gratos recuerdos. Yo llegue allí siendo bastante golfo. Me habían expulsado del instituto porque descolgaba las puertas, saltaba por las mesas, me escapaba por la ventana, les metía mano a las niñas, aunque se dejaban….en fin, lo normal. Yo era muy bueno, pero no me comprendían. El caso es que a la nueva academia yo llegue inadaptado, no quería saber nada de nadie y pensaba que el mundo no me comprendía. Entonces entre Vicente, el director al que años después Alejandro contrataría para trabajar a su lado, llevándole los papeles de hacienda y los números, y los demás compañeros, encontré un mundo nuevo y empecé a preocuparme por los demás, era un poco como “Fama”. Fíjate que incluso se hizo una especie de concurso para ver quien era el mejor de la clase y yo quede el primero”.

Una de sus mayores frustraciones es el no haber tenido más estudios y, para compensar, intenta cultivarse constantemente. Tiene pasión por la lectura y entre sus escritores favoritos cita a Bécquer, Tagóre, Rosalía de Castro, Miguel Hernández, Delibes, Neruda o García Márquez. Antes de acostarse tiene casi como norma leer o escribir. Bueno, escribir prácticamente a todas horas. Lleva consigo una libretita o una grabadora por si le asalta la inspiración. Llena folios y mas folios,”para que te salga bien lo que escribes es necesario hacer antes mucha caligrafía, tienes que escribir muchas tonterías hasta que das con algo bueno” y se impone una mínima disciplina: “mis horas preferidas de trabajo son durante la madrugada. Entre las dos y las ocho de la mañana. Muchas veces paso todo el día en casa, salgo un par de horas por la noche a ver a los amigos y, a la una o las dos, me vuelvo a mi habitación y me pongo a trabajar”. Sus gustos musicales son variadísimos y abarcan tanto el pop o canción melódica, como el flamenco, jazz clásico.

Sus ciudades favoritas son Madrid y Sevilla. No lee los horóscopos, pero si que tiene alguna que otra superstición, como no permitir a nadie de su equipo el amarillo sobre el escenario. Es desordenado, pero muy puntual. Tiene un solarium en su casa de tanto que le gusta tomar el sol. Le gustan las ensaladas enormes, las ostras y el marisco, la fideua, el arroz negro, etc. y odia los sesos, riñones o todo tipo de visceras. En conciertos bebe bebidas isotónicas, “un truco que me paso Sergio Dalma”, y se ducha y cambia de ropa casi siempre que entra y sale de casa “no hay nada como pasar cinco minutos bajo el chorro de agua caliente, es la mejor forma de tonificar el cuerpo”. Intenta ir cada día al gimnasio y ha estado federado en tenis, su deporte favorito. A pesar de que el avión o la furgoneta se han convertido en su segunda casa, sigue prefiriendo viajar en tren.

El pasado 30 de Diciembre de 2000, a las 5:30 de la tarde Alejandro Sanz contrajo matrimonio con la modelo mexicana Jaydy Mitchel, la novia que durante tanto tiempo mantuvo en secreto Alejandro Sanz, y que es una bella mexicana radicada en Puerto Vallarta, en la paradisíaca isla indonesia de Bali. Los novios, completamente vestidos de blanco y siguiendo una tradición balinesa, se prometieron amor eterno en una emotiva ceremonia que fue oficiada por un monje hindú. Una vez convertidos en marido y mujer, la pareja recibió una autentica lluvia de pétalos de flores blancas que unas niñas, vestidas con el traje tradicional de la isla, portaban en pequeñas cestas de mimbre.

Los padres y el hermano de Alejandro se desplazaron a la isla desde España y los familiares de Jaydy desde México, para compartir con la pareja tan importante día. Ellos se casaron a miles de kilómetros para que su boda no se convirtiese en un acto multitudinario. Finalizada la ceremonia los recién casados ofrecieron una cena intima a todos sus invitados, amenizada por una agradable música.

Alejandro no reparo en dinero para celebrar su matrimonio, ya que se gasto una verdadera fortuna en su boda, sobre todo en el costosísimo desplazamiento y alojamiento de sus invitados.

La pareja ocupo una fabulosa suite, la numero 214, en el lujoso hotel Four Season Resort de Jimbaran, y el resto de los asistentes al enlace fueron instalados en bungalows.

Tanto la puerta de la habitación de los novios como el lugar donde se llevo a cabo la ceremonia estaban adornados con bellas guirnaldas de flores, todo al mas puro estilo balines. 



Camino de Rosas

Discografía:


2006 - Viviendo deprisa

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